viernes, 26 de abril de 2013

La Revolució Russa

1.Contexto. La Rusia inmediatamente anterior a la Revolución tenía una estructura propia de los estados de Antiguo Régimen. Así pues, se trataba de un imperio económicamente basado en la agricultura (una agricultura de bajo rendimiento, pues no había adaptado las mejoras de la época de la revolución industria) en el que perduraba la servidumbre feudal, es decir, un porcentaje elevado de campesinos vivían adscritos a la tierra del señor propietario, sin libertad de movimientos, e incluso a su jurisdicción. Esta situación perduró hasta que en 1861 el zar Alejandro II abolió la servidumbre, permitiendo a los siervos (campesinos hasta entonces adscritos al señor y a su tierra) comprar una parte de las tierras que eran del señor e incluso trabajar otras tierras. Sin embargo, el resultado fue negativo pues los precios de rescate de las tierras eran elevados y los campesinos tenían una economía muy modesta, por lo que se tenían que conformar con la misma situación.
 
En cuanto a la composición social, cerca del 90% de la población vivía en zona rural y de ella la mitad de la población campesina era propietaria de sus tierras (un 18% de campesinos acomodados o kulaks y un 28,5% de pequeños propietarios) mientras que la otra mitad no era propietaria y trabajaba a jornal o empezó a emigrar a las ciudades para convertirse en proletarios industriales. Sólo alrededor del 10% de la población rusa era proletaria.
 
Entre 1890 y 1900 Rusia experimentó una rápida e importante industrialización, gracias a la inversión extranjera, convirtiéndose en la quinta potencia industrial mundial. La industria rusa estaba muy localizada en pocos centros: San Petesburgo, Moscú, Ucrania, Bakú, Urales y Polonia. Del total de 170 millones de habitantes, sólo 3 millones eran obreros; éstos sufrían como el resto de sus contemporáneos en todo el mundo industrial, los problemas derivados del abuso de los empresarios capitalistas liberales (elevada jornada laboral, bajos sueldos, problemas de habitabilidad, escasa legislación laboral, precarias condiciones laborales....)
Políticamente Rusia estaba dirigida por el Zar, quien concentraba en su persona todos los poderes autoritariamente, aunque su poder debía estar limitado por la ley divina (Iglesia Ortodoxa), las asambleas territoriales o zemstva (con poder en la administración local: organizar la enseñanza en un pueblo, la salud pública...) y las asambleas urbanas o dumas municipales (con el mismo sentido que las zemstva) Es decir, por debajo del Zar, colaborando con él, encontramos a la nobleza, al funcionariado (burocracia administrativa), al Ejército y a la Iglesia Ortodoxa (cuyo jefe era el mismo Zar)
2. Grupos de oposición al zarismo. La oposición se empezó a manifestar durante la segunda mitad del s.XIX en el campo ruso a través del nihilismo primero y del populismo después. Se trató de dos corrientes anarquistas que, inspiradas en Bakunin, manifestaban su rechazo a la sociedad industrial capitalista a través de actos terroristas, pretendiendo transformar la sociedad campesina en comunidades rurales socialistas; eran favorables a la revolución del proletariado pero en el medio rural (mientras que los seguidores de Marx hablaban de la revolución del proletariado urbano)
El Partido Socialista Revolucionario o eserita, recogió la herencia del populismo bakuniano a principios del s.XX. Mientras que el otro gran partido de características revolucionarias, el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso fundado por Plejanov, pretendió acabar con el zarismo partiendo de la revolución del proletariado urbano. En el POSR, existían dos tendencias:
 
a)    Mencheviques: que creían en la necesidad de llevar a cabo en Rusia primero una revolución de tipo burgués (liberal) para derrocar el absolutismo zarista; cuando hubiera tenido éxito ésta, habría llegado el momento adecuado para hacer la revolución del proletariado.
 
b)    Bolcheviques: dirigidos por Lenin, deseaban implantar el estado comunista inmediatamente, a través de la revolución del proletariado sin dilación.
En cuanto a la oposición al régimen zarista de las posiciones liberales destaca el Partido Constitucionalista Demócrata o kadet. Sus miembros, los burgueses liberales, pretendían imponer un sistema político basado en la democracia parlamentaria.
 
3. Fases de la Revolución.
3.1. Monarquía Constitucional, octubre de 1905.
Es necesario comenzar la evolución de la Revolución Rusa comentando la grave crisis que asolaba Rusia a principios del s.XX, concretamente en 1905, consecuencia de una serie de malas cosechas, de una situación de sobreproducción y de la guerra contra Japón por el dominio de Manchuria (que se saldó con la derrota rusa) Estos factores de crisis provocaron un clima de intranquilidad social que se plasmó en la manifestación en San Petesburgo – sede invernal de los zares- a través de la cual los convocantes (burguesía liberal) exigían al Zar la creación de una asamblea constituyente. Esta manifestación fue disuelta violentamente por las fuerzas de orden público; esa jornada se conoció como Domingo Sangriento.
A partir de entonces la crisis social se agravó aún más, generalizándose las demandas en favor del sufragio universal llevadas a cabo por los liberales que controlaban las dumas municipales y las huelgas promovidas por los bolcheviques, quienes querían sacar provecho del intento de los liberales de acabar con el absolutismo zarista. Así mismo, los eseritas promovieron revueltas campesinas y se produjeron algunas insurrecciones militares (Potemkin)
En esa coyuntura, aparecieron en escena los soviets. Los soviets eran asociaciones creadas por miembros del partido bolchevique en todos los ámbitos de la vida humana (trabajo, ocio, cultura...) para, con la excusa de defender y promocionar los derechos de cada hombre en su sector socioeconómico, ir difundiendo y arraigando el comunismo en la sociedad rusa.
Ante tal crisis el Zar Nicolás II convocó la Asamblea Nacional (Duma) mediante el Manifiesto de Octubre.  Por lo tanto, desde octubre de 1905 empezó a funcionar en Rusia una estructura política constitucional, aunque con escasa función de la Duma o, dicho de otro modo, en la que el Zar conservaba en su mano buena parte del poder.
 
Por lo tanto, a pesar de este avance constitucional, a medida que la crisis se fue desvaneciendo el Zar fue recuperando todo el poder, de manera que en 1914 el Zar era, nuevamente, dueño absoluto del poder, es decir, Rusia vivía un constitucionalismo irreal.
3.2. República Constitucional, febrero de 1917.
La participación de Rusia en la 1ª Guerra Mundial (en el bando de la Triple Entente) provocó una nueva situación de crisis económica, social y política en 1917. La industria rusa, al concentrarse en la industria de guerra, provocó el abandono de otros sectores y, por lo tanto, la escasez de productos y bienes de consumo para los ciudadanos. Al mismo tiempo, la marcha de grandes contingentes de hombres a los frentes de guerra paralizó la producción agrícola, produciéndose una fuerte escasez de productos agrarios, una subida de precios y de paro laboral (en el campo y la ciudad)
Este panorama de crisis derivó en gran  conflictividad social, que aprovecharon los opositores al zarismo para acabar con él.
En febrero de 1917 la mitad de los obreros de San Petesburgo participaban en huelgas y manifestaciones de protesta ante la situación crítica. El Zar mandó controlar estas protestas a las fuerzas de orden público, pero éstas confraternizaron con los manifestantes. Así pues, mientras que en las calles de San Petesburgo dominaban el poder los soviets (eseritas, anarquistas, mencheviques y bolcheviques) en la Duma lo controlaban los liberales (kadet). Éstos, de acuerdo con los soviets, establecieron un Gobierno Provisional que sustituyó al zarista el 1 de marzo de 1917, presidido en primer lugar por Luov (kadet) y posteriormente por Kerenski (eserita). Al día siguiente, el Zar Nicolás II abdicó y Rusia se transformó en una República Constitucional.
 3.3. Estado Comunista, octubre 1917
Tras estos cambios, Lenin propugnaba no dejar a la burguesía en el poder y llevar a cabo inmediatamente la revolución del proletariado, en su artículo titulado “Tesis de abril”.
El Gobierno Provisional no solucionó la crisis, pues se producían deserciones en el frente de guerra, los anarquistas ocupaban tierras en el campo, se multiplicaban las reivindicaciones nacionalistas e incluso estalló una insurrección antirrevolucionaria protagonizada por el general pro zarista Kornilov; mientras tanto, los bolcheviques sembraban la discordia entre los obreros para dar paso a la revolución comunista.
Finalmente, el 24 de octubre de 1917, aprovechando la celebración del II Congreso de los Soviets de Rusia los bolcheviques ocuparon el Palacio de invierno de los zares en San Petesburgo. Inmediatamente después formaron un comité militar revolucionario y destituyeron al Gobierno Provisional de Kerenski. En su lugar se estableció el Consejo de Comisarios del Pueblo, primer gobierno revolucionario, presidido por Lenin (bolchevique)
El nuevo gobierno, se puso en marcha firmando la paz de Brest-Litovsk con Alemania. A continuación, Lenin llevó a cabo una campaña de confiscación de tierras de la Corona, nobleza e Iglesia. Se comprometió también a respetar el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades que formaron parte del desaparecido Imperio Ruso.
4. La Guerra Civil, 1918-1921
Inmediatamente después de la Revolución de octubre de 1917, el Consejo de Comisarios del Pueblo (controlado por los bolcheviques) fue consolidando el poder comunista. El 12 de noviembre de 1917 se celebraron elecciones generales para la formación de una asamblea constituyente, con la victoria aplastante de los socialrrevolucionarios. Como los bolcheviques tenían dificultades para instaurar el Estado comunista, por su inferioridad en el número de diputados en la Duma, decidieron en enero de 1918 dar un golpe de estado y tomar por la fuerza el poder de la Duma.
Desde esa posición privilegiada fueron prohibiendo la existencia de los demás partidos políticos hasta transformar Rusia en una dictadura del proletariado.
La oposición al Consejo de Comisarios del Pueblo se había organizado hasta el punto de formar un ejército, el Ejército Blanco, que declaró la guerra al gobierno nacido de la Revolución de octubre de 1917. Formaban parte del Ejército Blanco, prozaristas, burgueses liberales e incluso Kerenski. Así pues, desde 1918 comenzó la guerra civil en la que se enfrentaron el Ejército Blanco (que además contaba con la colaboración de Francia, Inglaterra, EEUU, Japón y Polonia (y el Ejército Rojo, dirigido por Trotski. A pesar de que le Ejército Rojo sólo controlaba una zona reducida alrededor de San Petesburgo y Moscú, acabó imponiéndose sobre el Blanco debido a las divergencias entre los generales blancos y a la retirada de las tropas extranjeras al ver que la victoria rápida no era posible.
Durante la guerra civil, el gobierno de Lenin impuso unas normas económicas conocidas como comunismo de guerra, para hacer frente a esa situación excepcional. Consistió en:
a)    Incrementar la producción industrial
 
b)    Restringir los derechos laborales de los trabajadores
 
c)    Requisar las cosechas a los kulaks (so pretexto de evitar la especulación)
 
d)    Nacionalizar la banca, el comercio, los transportes y las empresas de más de 10 trabajadores
 
5. Consolidación de la Revolución Rusa.
Una estrategia que los comunistas creyeron válida para defender y consolidar su poder en Rusia fue la de extender la Revolución comunista por todo el mundo. A tal efecto Lenin constituyó la III Internacional o Internacional Comunista en marzo de 1919.
 
Empezaron a aparecer partidos comunistas por todo el mundo, fieles a los dictámenes de Lenin, con la inequívoca misión de realizar la revolución comunista siguiendo el ejemplo ruso. Los dos primeros intentos de instaurar un estado comunista –después del caso ruso- se dieron en Alemania mediante la revolución espartaquista dirigida por Rosa Luxemburgo y en Hungría, protagonizado por Bela Kun; ambos fracasaron en su propósito.
Mientras tanto Rusia se transformó en la URSS en 1922. Ya desde 1918 los comunistas impusieron el Estado comunista y lo dotaron de una Constitución que estructuraba el poder de la siguiente manera:
a)    El Soviet Supremo (Asamblea o Duma) , ostentaba el poder legislativo
b)    El Soviet Supremo elegía a un Consejo dirigido por un presidente que era el Jefe del Estado
c)    El Consejo de Comisarios del Pueblo controlaba el poder ejecutivo
Stalin se convirtió en Secretario General del Partido en 1922. Desde entonces surgieron las diferencias de opinión con Lenin. Tras la muerte de Lenin, Stalin se unió a Grígori Zinóviev y a Kámenev para, los tres juntos, gobernar el país. Con esos aliados temporales, Stalin actuó contra su gran rival Trotski, principal candidato para suceder a Lenin y cuya teoría de la revolución permanente contrastaba con la opinión del triunvirato que defendía la construcción del socialismo en un sólo país. Una vez eliminada la amenaza de Trotski, Stalin giró de nuevo, alineándose con Nikolái Bujarin y Alexéi Ivánovich Ríkov en contra de sus antiguos compañeros. Stalin venció a todos sus rivales gracias a una hábil manipulación y utilización de los órganos del partido y del Estado, y en 1929, ya había consolidado su posición como reconocido sucesor de Lenin y reforzado su poder como líder único de la Unión Soviética.
El proceso de industrialización desarrollado durante la década de 1930 tuvo éxito. Elevó a la atrasada URSS al nivel de otras potencias industriales. La URSS no sufrió las consecuencias de la crisis mundial de 1929, ya que por razones políticas se encontraba prácticamente aislada del comercio internacional. A fines de la década del 20, Stalin adoptó enérgicas medidas económicas para permitir la rápida expansión de la industria pesada. Necesitaba producir gran cantidad de acero, maquinarias, ferrocarriles y armas para construir un sistema efectivo de defensa contra la agresión de las potencias capitalistas occidentales. Pero los recursos necesarios para el desarrollo de la industria, sólo podrían lograrse con un aumento de las exportaciones agrícolas. Para ello había que terminar con las pequeñas explotaciones campesinas, organizar el trabajo en gran escala y mecanizar las tareas agrícolas. Stalin puso en marcha esa reorganización de la producción. Estableció la colectivización forzosa: los campesinos fueron obligados a unir su trabajo y sus parcelas formando grandes cooperativas colectivas. En 1936, fueron colectivizadas el 96% de las explotaciones campesinas y en 1940, la producción de granos superó en un 80% la registrada en 1913. Fue la mayor revolución agraria de la historia de la humanidad.
Grandes cantidades de capital y mano de obra fueron destinadas a la electrificación masiva, a la explotación de nuevas minas de carbón, mineral de hierro y yacimientos de petróleo, a la instalación de ferrocarriles y, especialmente, a la fabricación de armamentos. El Estado soviético controló tanto la actividad agrícola como la industrial. Nada fue dejado al azar o al “libre juego de la oferta y la demanda”. Para ello, elaboró planes quinquenales fijándose exigentes metas a cumplir. En poco tiempo, esta transformación tuvo como resultado un éxito económico notable y la formación de un poderoso ejército. Para cumplir con las metas establecidas en los planes quinquenales, el Estado empleó métodos que generaron grandes resistencias en distintos sectores. A menudo, los campesinos preferían matar animales y quemar cosechas antes que permitir colectivización forzosa. El Estado respondía arrestando y deportando a rebeldes a campos de trabajo forzado o bien optaba por fusilarlos. La mayor parte de la población vivía en condiciones miserables. Dado que todo el esfuerzo se dedicaba al desarrollo de la industria pesada, se sufría una crónica escasez de bienes consumo de primera necesidad.
En la Unión Soviética, no sólo la economía era rigurosamente planificada desde el Estado, también estaban controladas las actividades políticas, sociales y culturales. Stalin disponía de todo el poder y lo ejercía de forma absoluta, generando rechazo incluso dentro del partido. Stalin respondió organizando purgas de opositores. Millones de funcionarios, miembros del partido y personas comunes fueron arrestados, torturados y obligados a confesar toda clase de crímenes de los que en su mayoría eran inocentes. Se organizaban juicios simulados en los que invariablemente eran encontrados culpables y sentenciados a muerte o recluidos en campos de trabajo. Algunos historiadores calculan que hasta 1938 el número de víctimas del estalinismo ascendía a ocho millones. Entre ellas se encontraban los “viejos bolcheviques”, dirigentes de la revolución de octubre de 1917, y muchos de los mejores intelectuales y hombres de la cultura.
Entre los numerosos crímenes cometidos por Stalin se cuenta el de la hambruna forzosa de Ucrania durante los años 1932-1933. Como es común en los países en los que reina el socialismo, las hambrunas intencionadas se han usado como arma política utilizada para alcanzar los deseados objetivos contra varias clases. Las víctimas señaladas en esta ocasión fueron los kulaks, los agricultores campesinos que tenían propiedad y contrataban a trabajadores. Cuando Stalin alcanzó el poder en 1924, vio el nacionalismo ucraniano como una amenaza al poder soviético, creyendo que cualquier insurrección futura podría provenir probablemente de los kulaks. Así que decidió aplastarles utilizando los métodos que tan exitosos habían sido en la URSS durante la política de “liquidación como clase”. En 1929, arrestó a miles de intelectuales ucranianos bajo falsos cargos y o bien los fusiló o bien los envió a campos de trabajo en Siberia. Llevó a cabo la colectivización de las explotaciones ucranianas requisando todas las tierras y el ganado privados, lo que afectó aproximadamente al 80% de la población de Ucrania, anteriormente conocida como el granero de Europa. Declaró a los kulaks enemigos del pueblo.
El  hambre se instaló en la URSS durante la posguerra y, en 1947, debió reintroducirse la cartilla de racionamiento. La reconstrucción industrial fue relativamente rápida. En 1948 se consiguió alcanzar el nivel productivo de 1940 y en 1952 se habían doblado las cifras de las producciones más importantes. Los inconvenientes más señalados los sufrió la industria de consumo, de modo que sólo en 1952 se recuperaron los niveles de preguerra. El desarrollo seguía basándose, por tanto, en la acumulación de los esfuerzos en la industria pesada.
En política exterior, puede decirse que el comunismo soviético, que en los años veinte había pasado de la revolución a la construcción de un Estado, ahora había alcanzado la etapa imperialista. Durante estos años, la URSS utilizó el movimiento revolucionario universal como un instrumento de actuación en beneficio de la URSS. Desaparecida la Internacional Comunista, se creó en 1948 una oficina en teoría dedicada tan sólo a la transmisión de las informaciones entre unos y otros Partidos Comunistas, pero en realidad consagrada a la transmisión de instrucciones.


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