En 1843 el general moderado Narváez toma el poder
iniciándose la Década Moderada (1844-1854). Ese mismo año Isabel II comenzó a reinar,
bajo la influencia de Narváez que consiguió la ruptura definitiva del
aislamiento internacional (provocado por los apoyos internacionales a los dos
bandos de la Guerra Carlista) e imponer una Constitución de cariz liberal
moderada en 1845. Las características de esta Constitución de 1845 son: el Rey
convoca las Cortes, la soberanía era compartida, el sufragio era censitario, se
reconocía la confesionalidad católica del Estado y el sistema legislativo era
bicameral. Aunque existía una división de moderados en puritanos (seguidores de
la Constitución de 1837), derechistas (del Estatuto Real de 1834) y centristas
(de Narváez), Narváez consiguió imponerse a todos ellos.
Hay que destacar como hechos relevantes en ese
período la creación de la Guardia Civil y del nuevo Código Penal en 1844, la
Reforma fiscal de Alejandro Mon de 1845 (que dividió los impuestos en directos
–rentas- e indirectos –tipo IVA actual-, división que perdura en la actualidad)
y el Concordato con la Santa Sede en 1851 (pérdida de la Iglesia de sus
facultades territoriales y jurisdiccionales pero reconociendo su papel en la
enseñanza y el matrimonio)
Además, entre 1846 y 1849 se desarrolló la 2ª Guerra
Carlista o Guerra dels Matiners, que se produjo fundamentalmente en territorio
catalán. Las causas se pueden encontrar en la oposición del pueblo catalán al
liberalismo, en que Vergara no aportó soluciones al problema de los fueros, en
la negativa de Isabel II a casarse con Carlos VI (hijo de Carlos Mª Isidro y
primo suyo por consiguiente) y a la crisis agraria. El general Cabrera fue el
más destacado líder de los carlistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario